31/5/08

Anboto mendia


Amboto ha estado siempre envuelta en la magia y en la mitología. No en vano en una cueva cercana a su cumbre en la pared rocosa y acantilada de su parte este, nos cuenta la leyenda, que tiene su morada principal Mari, la Dama de Amboto, y, dicen, que se le suele ver en la boca de la cueva, los días de buen tiempo, peinando su bonita cabellera rubia con un peine de oro, al sol. No es raro tampoco el verla pasar algunas noches como una gran bola de fuego sobre el cielo de Amboto, hacia otros lugares del País Vasco donde posee morada o al cercano Oiz, dependiendo de donde se encuentre habrá buen o mal tiempo.La imponente brecha de paredes verticales que se forma entre el Azkillar y la propia cumbre del Amboto, con acantilados verticales de más de trescientos metros de desnivel , esta repleta de cabidades, ojos y cuevas. Los ojos de Azkillar y Bentanetan son visibles desde el valle de Arrazola, el de Bentanetan cierra el vértice de la enorme canal de Artaungo sakona en su parte superior.
En la pared este, debajo justo de la cumbre, casi inacesible (para llegar a ella hay que caminar por una pequeña repisa que se forma en la pared la cual tiene un par de pasos dignos de ser salvados debidamente encordados -se suele poner un pasamanos-), a más de 1.000 m de altitud se abre la boca de la cueva Marriurrika Kobiea en la que la mitología ha ubicado la morada principal de Mari. Una boca amplia en altura que mediante un pequeño pasillo nos conduce a una sala bien iluminada por una ventana que se abre, directamente, al acantilado.
Una muestra de la influencia mitológica de esta montaña nos la da
el texto del Arcediano don Pedro Fernández de Villegas que escribió sobre 1510 lo siguiente:

Galdameseko bide berdea



El antiguo ferrocarril minero recogía el mineral de hierro de los montes de Triano, más concretamente el extraído de la mina Coto Berango, situada en La Aceña , Galdames, y lo transportaba hasta los cargaderos de los muelles de La Benedicta de Sestao y Portugalete, en la margen izquierda de la ría Nervión.

El denominado Ferrocarril de Galdames fue construido por la compañía inglesa BILBAO RIVER CANTABRIAN RAIL e inaugurado en 1876. Su recorrido, que completaba un total de 22,3 kilómetros, se iniciaba en el citado muelle de La Benedicta y finalizaba en Galdames.

Se dedicó tanto al transporte de mineral como al de pasajeros, por lo que facilitó el asentamiento de los trabajadores inmigrantes en los barrios mineros.

Después de la Guerra Civil , el Ferrocarril de Galdames pasó a ser propiedad de BABCOCK & WILCOX. Posteriormente, en los años 70, fue desmantelado.

A principios de los 90, la Diputación Foral de Bizkaia adquiere al Banco Pastor el tramo que va desde el punto kilométrico 9,655 al 17,055 y al Ayuntamiento de Galdames desde el punto kilométrico 17,055 al 22,200.

El objetivo de esta adquisición, por parte del Departamento Foral de Medio Ambiente, era desarrollar un proyecto medioambiental de gran envergadura, que permitiera recuperar esta vía ferroviaria como paseo peatonal y como itinerario paisajístico de observación, tanto de las ruinas mineras como de los espacios-ventana del valle del río Barbadun y sus afluentes.


Gorbeia



Este Parque Natural está situado a caballo entre los Territorios Históricos de Bizkaia y Álava, articulándose en torno al monte Gorbeia, el cual forma parte de la divisoria de aguas cántabro-mediterránea. La altitud de dicho monte le confiere un clima típico de montaña y actúa como una gran barrera que detiene los vientos húmedos que provienen del golfo de Bizkaia, siendo responsable en gran medida de las importantes diferencias existentes entre la vertiente norte y la sur. Gorbeia es un tradicional punto de referencia del montañismo vasco. El atractivo de cimas como Gorbeiagane, Aldamin, Lekanda, Gorosteta ... , la calidad y espectacularidad de sus paisajes, unido a la situación estratégica del macizo respecto a zonas urbanas próximas, han hecho de esta sierra una de las más frecuentadas. Los caminos y pistas del macizo son recorridos por senderistas, bicicletas de montaña y jinetes, actividades facilitadas por la existencia de una Red de Sendas balizadas en el Parque, además de los GR y PR diseñados por las Federaciones de Montaña. Dentro del Parque Natural o limitando con el mismo hay numerosas áreas con equipamiento recreativo. Pagomakurre es la principal de ellas en el lado vizcaíno, mientras que en la zona alavesa, se encuentra el área recreativa de la Central del Baias, con el recientemente creado Parketxe o Centro de Acogida del Parque. Los fuertes relieves aparecen coronados, según la litología, por abruptos cantiles calizos o por lomas redondeadas en las cimas silíceas del territorio alavés. Son profundos y agrestes los barrancos que los ríos y arroyos esculpen; en ellos las partes más altas discurren por zonas despejadas de pastos y brezos y sólo en las laderas, cuando la pendiente se torna pronunciada, sus márgenes se cubren de vegetación arbolada, continuándose en densos bosques de hayas, marojos, castaños y robles...así como en plantaciones de coníferas. La gran diversidad y la extensión de estas formaciones vegetales han posibilitado una muy buena adaptación del ciervo que, reintroducido en Gorbeia, se encuentra ampliamente distribuido en el sector alavés del Parque y constituye hoy su especie emblemática. La altitud del Parque Natural de Gorbeia le confiere un clima típico de montaña. Actúa como una gran barrera que detiene los vientos húmedos que provienen del golfo de Bizkaia, existiendo importantes diferencias entre la vertiente norte, más húmeda, y la sur, más seca y soleada. Las precipitaciones son abundantes, presentes durante todos los meses del año, si bien el otoño y el invierno son las estaciones más lluviosas. En general, son superiores a los 1.300 mm/año en la vertiente norte, pudiendo superar los 2.000 mm en las zonas de cumbres. En la vertiente sur las precipitaciones descienden hasta aproximadamente unos 1.000 mm/año. La temperatura media anual oscila entre los 12 ºC de los valles vizcaínos hasta los 8 ºC de las zonas más altas. Las precipitaciones en estas últimas zonas son en forma de nieve durante los meses invernales, la cuál permanece hasta principios de primavera. Las rocas son sedimentarias, con abundancia de areniscas, margas, lutitas y calizas. Los resaltes silíceos forman cumbres redondeadas como las de Gorbeiagane, Berretín u Oderiaga. Por contra, las calizas forman resaltes agrestes y pronunciados, con dominio de paredes casi verticales como las de Itxina, Aldamin o Lekanda. Estas calizas presentan un alto grado de fracturación y karstificación, lo que las convierte en interesantes acuíferos. Gorbeia es una zona de nacimiento de una gran cantidad de cursos fluviales que, además de poseer una gran importancia naturalística ya que sostienen ecosistemas de gran valor, abastecen a los núcleos de los alrededores por medio de pequeñas captaciones y drenan hacia las cuencas de los grandes embalses que forman parte del sistema de abastecimiento de Vitoria y Bilbao. Puede dividirse el Parque en cinco grandes cuencas: Altube, Arratia, Baias, Zubialde y Undebe. La zona kárstica ocupa una parte importante de su superficie (cerca del 15%), por lo que la circulación subterránea tiene mucha relevancia. Los cursos de agua de Gorbeia son de pequeña magnitud en longitud y caudal, exceptuando los ríos Altube y Baias, y en ellos puede observarse un ligero estiaje a finales del verano.

Karakate-Irukurutzeta bidea


El cordal de Karakate-Irukurutzeta está situado al Noroeste de Gipuzkoa, levantándose majestuoso sobre las poblaciones de Elgoibar, Soraluze y Bergara. Para quien lo visita por primera vez representa toda una sorpresa debido a las maravillosas panorámicas que desde sus crestas pueden contemplarse en un circulo de 360º, lo que le convierte en uno de los mejores miradores de Euskal Herria.El cordal está formado por la alineación de varios picos: Karakate (también llamado Kortazar), Akelarre, Atxolin e Irukurutzeta, de los cuales el más alto (Irukurutzeta) apenas alcanza los novecientos metros (898 m.). La suavidad de su trazado, con poquísimo desnivel, hace de este cordal un lugar único para el paseo incluso si se va acompañado de niños.La gran proliferación en esta zona de dólmenes y túmulos, monumentos funerarios ligados a la cultura pastoril de aquellos remotos tiempos, motivó el que D. Jose Miguel de Barandiaran la bautizase con el nombre de "Ruta de los dólmenes".

Begoñako Andra Mari


La Basílica de Begoñako Andra Mari es el santuario de la Madre de Dios de Begoña, patrona del señorío de Vizcaya, situada en la capital:Bilbo. La basílica de Begoña formaba parte del perímetro defensivo de Bilbao durante los asedios carlistas del siglo XIX, resultando dañada durante los mismos. El general carlista Zumalakarregui fue mortalmente herido en las cercanías de la basílica, todo lo cual hizo de la basílica un santuario carlista.
La explanada frente a la basílica fue testigo
de los Sucesos de Begoña. El 16 de agosto de 1942 una bomba fue arrojada a la salida de la basílica, supuestamente por falangistas, sobre un grupo de carlistas, con varios heridos como resultado. Un falangista, Juan José Domínguez, fue fusilado como castigo, aunque su participación en los hechos es discutida por algunos .

La Basílica de Begoña está adscrita al la Santa Basílica de San Juan de Letrán, por lo que se puede adquirir indulgencia plenaria según las condiciones acostumbradas. Las festividades más importantes tienen lugar los días 15 de agosto, día de la Asunción de María(también llamado "Día de la Amatxu" por significar "Amatxu" madre en euskera), y el 11 de octubre, festividad de Begoña. Es ya tradición antigua que la Cofradía de Begoña organice sendos actos.

Bilboko Guggenheim

Fue abierto al público en 1997 y alberga exposiciones de arte de obras pertenecientes a la fundación Guggenheim y exposiciones itinerantes. Muy pronto el edificio se reveló como uno de los más espectaculares edificios deconstructivistas. El diseño del museo y su construcción siguen el estilo y métodos de Frank Gehry. Como muchos de sus trabajos anteriores la estructura principal está radicalmente esculpida siguiendo contornos casi orgánicos. El museo afirma no contener una sola superficie plana en toda su estructura. Parte del edificio es cruzado por un puente elevado y el exterior está recubierto por placas de titanio y por una piedra caliza que fue muy difícil de encontrar (al final se logró encontrar en Andalucía) igual a la que se utilizó para construir la Universidad de Deusto.
El edificio visto desde el río aparenta tener la forma de un barco rindiendo homenaje a la ciudad portuaria en la que se inscribe. Sus paneles brillantes se asemejan a las escamas de un pez recordándonos las influencias de formas orgánicas presentes en muchos de los trabajos de Gehry. Visto desde arriba, sin embargo, el edificio posee la forma de una flor. Para su diseño el equipo de Gehry utilizó intensamente simulaciones por ordenador de las estructuras necesarias para mantener el edificio, consiguiendo unas formas que hubieran sido imposibles de realizar unas pocas décadas antes.
Mientras que el museo domina las vistas de la zona desde el nivel del río su aspecto desde el nivel superior de la calle es mucho más modesto por lo que no desentona con su entorno de edificios más tradicionales


Diseñado por el gabinete de arquitectos de

Butroeko gaztelua


La historia de este castillo, que parece sacado de un cuento de hadas, se remonta al siglo XI, fecha en la que se construyó una torre típicamente medieval sobre la antigua casa de los Butrón, fundada por el Capitán Gamíniz en el siglo VIII en la Anteiglesia de Gatica, sobre el peñascal de Ganzorri o Gantzurritz.En el siglo XIV la torre primitiva fue transformada en un castillo inexpugnable. Sobre sus muros flotó siempre el temido pendón de los Butrones, cabezas del bando Oñacino, los caudillos más famosos de la comarca y los más fuertes y pendencieros banderizos del País.El castillo de Muñatones, que mandó construir sobre la antigua torre en Somorrostro el cronista Lope García de Salazar, en atención a su mujer doña Juana de Butrón y Mújica, que era hija del sexto señor de Butrón, se construyo tomando como modelo el de Butrón.Su evolución viene seguida de toda una serie de leyendas que, unidas a la realidad, tienen como protagonistas las luchas entre dos familias de nobles, los Gamboinos, que eran los dueños del castillo, y los Oñacinos. La pelea se saldó con varios muertos. Con los Reyes Católicos, estas construcciones se convirtieron en las residencias habituales de los nobles, así, en el siglo XV, apareció la figura histórica de Enrique IV quien convirtió estos edificios en residencias habituales.En el siglo XIX su primitiva forma medieval fue alterada. El Marqués de Torrecilla, don Narciso de Salabert y Pinedo, último propietario de las ruinas de Butrón, con las rentas que le producían los caseríos que poseía en Bizkaia, mandó reconstruir el castillo con un estilo exótico, similar a los que en Baviera levantó el romántico y desgraciado rey Luis de Baviera. El castillo fue planeado por el Marqués de Cubas, inspirado en formas góticas, nórdicas y fantásticas, inventándose almenas, cubos y ventanas. El maestro de obras fue don Nicomedes de Eguiluz y de la decoración escultórica se encargo Adolfo de Areizaga. La lenta reconstrucción, limitada a los requeridos ingresos de las rentas, comenzó en el siglo XIX y terminó a principios del siglo XX, en tiempos de don Andrés Avelino de Salabert y Arteaga, Marqués de Torrecilla. Después de éste, el castillo pasó a los Duques de Medinacelli y luego a la Duquesa de Cardona.
Descripción

Bizkaiko Zubi Eskegia




Cuando el arquitecto e ingeniero vizcaíno D. Alberto Palacio comenzó el desarrollo del proyecto para la construcción de un sistema que uniese las márgenes de la desembocadura del Nervión, realizó un minucioso trabajo, analizando prácticamente la totalidad de las opciones disponibles en la época.
Transbordador sobre carriles, barcazas y gabarras flotantes y todo tipo de puentes: giratorios, levadizos, basculantes, submarinos, elevados, etc...
Todos ellos fueron descartados tras su análisis técnico, hasta llegar a la invención del que bautizó como Puente Transbordador Palacio. Su diseño cumplía con todas las exigencias necesarias:
Posibilidad de traslado de pasaje y carga. No dificultar la navegación. Coste de construcción razonable. Garantizar contra inclemencias y eventualidades un servicio regular.
Comienza aquí la historia de un símbolo. Mucho mas que una maravilla de la ingeniería de su tiempo, como se le ha definido; un sueño de acero, que superando su propio pragmatismo vital y las disputas mundanas, se convertiría en el símbolo de toda una comarca, de todo un pueblo.

Tres proyectos distintos verían la luz antes del definitivo. El proyecto final descarta el empleo de cables como carriles (estilo teleférico) y se decanta por una estructura basada en dos vigas horizontales que soportarían los carriles, apoyadas sobre cuatro pilares o torres asentadas en los muelles de ambas márgenes.
Esquema Original de la Construcción
Algunos datos del proyecto:
Los pilares tenían una altura superior a los 43 metros de altura. Las excavaciones para las cimentaciones de las cuatro torres o pilares fueron de 10 metros. de profundidad. Las dimensiones de la barquilla original fueron 10x5 metros.

Una vez obtenida la aprobación del Ministerio de Fomento, el proyecto es ya una realidad.
La concesión se dicta con fecha 12 de febrero de 1.890, menos de tres meses después se constituiría la sociedad "M.A. de Palacio y Cia." constructora y primera concesionaria de la obra.
En la primera Junta de Accionistas que celebró la sociedad, D. Alberto de Palacio transmitió su entusiasmo, planteando varios proyectos complementarios que fueron recibidos con unánime e ilusionado consenso.
Entre ellos se encontraban la habilitación de la pasarela central para permitir el transito peatonal, así como la puesta en servicio de ascensores con vistas panorámicas privilegiadas. Mas de un siglo después la sociedad El Transbordador de Bizkaia, actual concesionaria, convertirá en realidad algunos de aquellos viejos sueños incumplidos. Ver sección futuro >>
Formado el equipo y con el proyecto a punto, comienzan las obras un 10 de abril de 1890 en la margen de Portugalete.
El contratista fue el Sr. Arnodín, a quien D. Alberto Palacio seleccionó tras la trágica desaparición del primero, el Sr. Alonso, que no llegó a comenzar las obras.
Las primeras acciones se centran en la prospección del terreno. Problemático para la obra por su naturaleza arenosa, el emplazamiento elegido había sido no mucho tiempo atrás una playa.
Subsanados los contratiempos que se produjeron en la preparación del terreno, las obras continúan a un ritmo acelerado. Concluidas las excavaciones se prosigue con las cimentaciones, sobre las que se colocan las torres o pilares izadas a tramos con la ayuda de un andamiaje de madera.
Las uniones de la estructura metálica que inicialmente se armó con pernos es finalmente sustituida por remaches; aún quedaban muy lejos los tiempos de la soldadura.
Terminadas completamente las torres se instalan los vientos y contra-vientos, dando paso al montaje del tablero, o "vigas", que apoyadas sobre las torres unían ambas márgenes.
El montaje se realizó igualmente a tramos que desde una gabarra eran izados a su ubicación definitiva. Está parte de la obra fue según las crónicas de la construcción, la de mayor complejidad.
El sueño se convertía en realidad ante los ojos de los atónitos vecinos y el orgullo ilusionado del equipo constructor y especialmente de D. Alberto Palacio.
La estructura del joven puente se alza protectora y desde su altura hasta entonces inalcanzada, divisa el paisaje. Aún ignoraba que el futuro le haría testigo excepcional de los grandes cambios que vendrían.
Con la estructura principal prácticamente acabada, es el momento de construir la "barquilla" que trasladase al pasaje.
La barquilla original estaba construida con tablones, disponiendo de refuerzos de chapa en los anclajes a los cables de suspensión.
Era una época de marcadas diferencias sociales y el Puente no pudo ser ajeno a ello; disponía de dos clases de pasaje en la barquilla, separadas por una red.
Los pasajeros de 1ª disfrutaban de tres filas de bancos cubiertos, situadas a ambos lados de la barquilla. Mientras que los de 2ª debían compartir la parte central descubierta con carruajes , mercancías y ganado.

Las obras habían concluido, y lo que no mucho tiempo atrás había sido un proyecto de viabilidad cuestionada incluso por sus propios promotores, era una realidad.
La barquilla fue cargada con 26 toneladas, que junto a su peso sumaban 40 toneladas, cuatro veces el peso normal de la carga máxima de funcionamiento. En estas condiciones se efectuaron varios viajes a diferentes velocidades para comprobar el comportamiento de la nueva construcción.
Los resultados fueron plenamente satisfactorios y ya solamente quedaba un trabajo pendiente: los preparativos de la inauguración.

No fue el Puente Colgante de Bizkaia el único proyecto para la ría del Nervión. En la época se vivía una clara revolución tecnológica, una segunda "ilustración" que marcaría la historia contemporánea de la comarca, profundamente ligada a la revolución industrial.
En esta situación varios proyectos ven la luz. Además del llevado a cabo, D. Alberto Palacio tenía proyectados dos puentes mas sobre el Nervión.
Pero además de los Proyectos de D. Alberto Palacio, en 1891 otro invento intenta unir las márgenes del Nervión.
El proyectista: D. Pedro María de Merlader, el proyecto: un puente giratorio suspendido. Desafortunadamente la idea no encontró el respaldo necesario y fue abandonada.

La inauguración oficial del Puente Colgante de Bizkaia tuvo lugar un 28 de Julio de 1.893, tras algo mas de tres años del comienzo de las obras.
La inauguración comenzó con un banquete celebrado en un hotel de las Arenas, al que fueron invitadas todas las autoridades gubernamentales y religiosas. Una vez finalizado el ágape se celebró una misa a bordo de la barquilla, tras la cual el cura párroco de San Nicolás de Bari de Algorta bendice el Puente.
Concluidos estos actos, los espectadores que se agolpaban frente a la construcción rompen los controles e irrumpen en la barquilla, que hubo que mantener en funcionamiento hasta el anochecer ante la presión de los visitantes enfervorecidos.
El 5 de agosto de 1.893 coincidiendo con una visita oficial a la provincia, S.A.R. la Infanta Dña. Isabel de Borbón visita Portugalete para conocer la nueva obra. Queda tan gratamente sorprendida que realiza el viaje en mas de seis ocasiones.
Al finalizar la visita S.A.R. Dña. Isabel entregó a D. Alberto Palacio una fotografía dedicada en recuerdo del acontecimiento.

Gaztelugatxeko Doniene




Gaztelugatxeko Doniene, es el lugar mágico de Bizkaia . Uno se asoma al enorme balcón que la costa vizcaina hace entre Bakio y Bermeo y observa un lugar extraño, inserto en el mar pero profundamente telúrico. Como diseñado por un arquitecto supremo, sumo hacedor. Sobre el lugar hay cientos de leyendas, aunque la que más me gusta recordar y contar a todas las visitas de fuera del territorio (siempre conduzco a los buenos amigos/as que visitan Bizkaia por vez primera a este espacio magnífico) es la que cuenta que el islote, más bien peninsula, unida a tierra firme por un estrecho camino de roca, es el último paso, la huella, del demonio huyendo de Euskal Herria ante la llegada de la Luz a las montañas y valles de esta tierra.
Es una metáfora sobre la cristianización profunda de estas tierras vascas que, en ocasiones, tan dejadas de la mano de dios parecen.
Ese último paso del Mal, el lado oscuro, el anticristo huyendo de Vasconia, se ha convertido en un magnífico lugar de meditación. La procesión-visita pasa por descender toda la fachada costera, hasta la base del islote-península, y ascender un innumerable número de escalones, llegar a lo alto, tocar la campana y avistar el océano infinito.
Como un trozo de tierra que rompe amarras y desea alcanzar el atlántico norte, así se observa San Juan de Gaztelugatxe, un hermoso pedazo de Euskadi, que huye de los enredos mundanos y encuentra su paz entre las olas.
Con una ermita en lo alto, adquirió cierta popularidad mediática hace unos años.