31/5/08

Bizkaiko Zubi Eskegia




Cuando el arquitecto e ingeniero vizcaíno D. Alberto Palacio comenzó el desarrollo del proyecto para la construcción de un sistema que uniese las márgenes de la desembocadura del Nervión, realizó un minucioso trabajo, analizando prácticamente la totalidad de las opciones disponibles en la época.
Transbordador sobre carriles, barcazas y gabarras flotantes y todo tipo de puentes: giratorios, levadizos, basculantes, submarinos, elevados, etc...
Todos ellos fueron descartados tras su análisis técnico, hasta llegar a la invención del que bautizó como Puente Transbordador Palacio. Su diseño cumplía con todas las exigencias necesarias:
Posibilidad de traslado de pasaje y carga. No dificultar la navegación. Coste de construcción razonable. Garantizar contra inclemencias y eventualidades un servicio regular.
Comienza aquí la historia de un símbolo. Mucho mas que una maravilla de la ingeniería de su tiempo, como se le ha definido; un sueño de acero, que superando su propio pragmatismo vital y las disputas mundanas, se convertiría en el símbolo de toda una comarca, de todo un pueblo.

Tres proyectos distintos verían la luz antes del definitivo. El proyecto final descarta el empleo de cables como carriles (estilo teleférico) y se decanta por una estructura basada en dos vigas horizontales que soportarían los carriles, apoyadas sobre cuatro pilares o torres asentadas en los muelles de ambas márgenes.
Esquema Original de la Construcción
Algunos datos del proyecto:
Los pilares tenían una altura superior a los 43 metros de altura. Las excavaciones para las cimentaciones de las cuatro torres o pilares fueron de 10 metros. de profundidad. Las dimensiones de la barquilla original fueron 10x5 metros.

Una vez obtenida la aprobación del Ministerio de Fomento, el proyecto es ya una realidad.
La concesión se dicta con fecha 12 de febrero de 1.890, menos de tres meses después se constituiría la sociedad "M.A. de Palacio y Cia." constructora y primera concesionaria de la obra.
En la primera Junta de Accionistas que celebró la sociedad, D. Alberto de Palacio transmitió su entusiasmo, planteando varios proyectos complementarios que fueron recibidos con unánime e ilusionado consenso.
Entre ellos se encontraban la habilitación de la pasarela central para permitir el transito peatonal, así como la puesta en servicio de ascensores con vistas panorámicas privilegiadas. Mas de un siglo después la sociedad El Transbordador de Bizkaia, actual concesionaria, convertirá en realidad algunos de aquellos viejos sueños incumplidos. Ver sección futuro >>
Formado el equipo y con el proyecto a punto, comienzan las obras un 10 de abril de 1890 en la margen de Portugalete.
El contratista fue el Sr. Arnodín, a quien D. Alberto Palacio seleccionó tras la trágica desaparición del primero, el Sr. Alonso, que no llegó a comenzar las obras.
Las primeras acciones se centran en la prospección del terreno. Problemático para la obra por su naturaleza arenosa, el emplazamiento elegido había sido no mucho tiempo atrás una playa.
Subsanados los contratiempos que se produjeron en la preparación del terreno, las obras continúan a un ritmo acelerado. Concluidas las excavaciones se prosigue con las cimentaciones, sobre las que se colocan las torres o pilares izadas a tramos con la ayuda de un andamiaje de madera.
Las uniones de la estructura metálica que inicialmente se armó con pernos es finalmente sustituida por remaches; aún quedaban muy lejos los tiempos de la soldadura.
Terminadas completamente las torres se instalan los vientos y contra-vientos, dando paso al montaje del tablero, o "vigas", que apoyadas sobre las torres unían ambas márgenes.
El montaje se realizó igualmente a tramos que desde una gabarra eran izados a su ubicación definitiva. Está parte de la obra fue según las crónicas de la construcción, la de mayor complejidad.
El sueño se convertía en realidad ante los ojos de los atónitos vecinos y el orgullo ilusionado del equipo constructor y especialmente de D. Alberto Palacio.
La estructura del joven puente se alza protectora y desde su altura hasta entonces inalcanzada, divisa el paisaje. Aún ignoraba que el futuro le haría testigo excepcional de los grandes cambios que vendrían.
Con la estructura principal prácticamente acabada, es el momento de construir la "barquilla" que trasladase al pasaje.
La barquilla original estaba construida con tablones, disponiendo de refuerzos de chapa en los anclajes a los cables de suspensión.
Era una época de marcadas diferencias sociales y el Puente no pudo ser ajeno a ello; disponía de dos clases de pasaje en la barquilla, separadas por una red.
Los pasajeros de 1ª disfrutaban de tres filas de bancos cubiertos, situadas a ambos lados de la barquilla. Mientras que los de 2ª debían compartir la parte central descubierta con carruajes , mercancías y ganado.

Las obras habían concluido, y lo que no mucho tiempo atrás había sido un proyecto de viabilidad cuestionada incluso por sus propios promotores, era una realidad.
La barquilla fue cargada con 26 toneladas, que junto a su peso sumaban 40 toneladas, cuatro veces el peso normal de la carga máxima de funcionamiento. En estas condiciones se efectuaron varios viajes a diferentes velocidades para comprobar el comportamiento de la nueva construcción.
Los resultados fueron plenamente satisfactorios y ya solamente quedaba un trabajo pendiente: los preparativos de la inauguración.

No fue el Puente Colgante de Bizkaia el único proyecto para la ría del Nervión. En la época se vivía una clara revolución tecnológica, una segunda "ilustración" que marcaría la historia contemporánea de la comarca, profundamente ligada a la revolución industrial.
En esta situación varios proyectos ven la luz. Además del llevado a cabo, D. Alberto Palacio tenía proyectados dos puentes mas sobre el Nervión.
Pero además de los Proyectos de D. Alberto Palacio, en 1891 otro invento intenta unir las márgenes del Nervión.
El proyectista: D. Pedro María de Merlader, el proyecto: un puente giratorio suspendido. Desafortunadamente la idea no encontró el respaldo necesario y fue abandonada.

La inauguración oficial del Puente Colgante de Bizkaia tuvo lugar un 28 de Julio de 1.893, tras algo mas de tres años del comienzo de las obras.
La inauguración comenzó con un banquete celebrado en un hotel de las Arenas, al que fueron invitadas todas las autoridades gubernamentales y religiosas. Una vez finalizado el ágape se celebró una misa a bordo de la barquilla, tras la cual el cura párroco de San Nicolás de Bari de Algorta bendice el Puente.
Concluidos estos actos, los espectadores que se agolpaban frente a la construcción rompen los controles e irrumpen en la barquilla, que hubo que mantener en funcionamiento hasta el anochecer ante la presión de los visitantes enfervorecidos.
El 5 de agosto de 1.893 coincidiendo con una visita oficial a la provincia, S.A.R. la Infanta Dña. Isabel de Borbón visita Portugalete para conocer la nueva obra. Queda tan gratamente sorprendida que realiza el viaje en mas de seis ocasiones.
Al finalizar la visita S.A.R. Dña. Isabel entregó a D. Alberto Palacio una fotografía dedicada en recuerdo del acontecimiento.

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